Los huevos benedictinos se preparan con los famosos “huevos pochés” o pasados por agua, pero si no te salieran bien, ¡no te desanimes! Los huevos fritos a la manera tradicional también funcionan muy bien en este plato. Si quieres una versión más sofisticada, sustituye el jamón por salmón ahumado.
Comienza preparando la salsa holandesa. Derrite la mantequilla, retírala del fuego y déjala enfriar un poco.
Coloca las yemas de huevo en el recipiente de la licuadora y añade el jugo de limón. Enciende la licuadora y cuando la mezcla esté blanquecina, incorpora en un hilito la mantequilla derretida sin dejar de procesar.
Transfiérela a la salsera. Si lo deseas, decora con el estragón y la pizca de pimienta.
Para armar el plato, comienza tostando las rebanadas de pan.
Cúbrelas con el jamón ahumado.
Prepara los huevos “pochés” según las siguientes indicaciones
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